Con solo dos años, Miqueas venció la leucemia y el COVID-19 Miqueas Lionel tuvo varias complicaciones a causa de la quimioterapia pero consiguió un donante de médula que le ayudó a superar la leucemia y el COVID-19.

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Entre tantas malas noticias que están llegando este año, principalmente a causa de la pandemia provocada por la COVID-19, historias como la de Miqueas Lionel ayudan a sonreír un poco. Este niño de dos años se ha convertido en todo un ejemplo de lucha tras haber recibido un trasplante de médula, vencer a la leucemia y ganar posteriormente al coronavirus.

Oriundo de Tierra del Fuego, la familia del pequeño tuvo que mudarse urgentemente a Buenos Aires para recibir el tratamiento que permitiera salvar la vida de Miqueas. “Recuerdo cuando me llamaron y me comunicaron una de las novedades más lindas de mi vida… ¡Buenas noticias! ¡Salió una persona en Alemania cuya compatibilidad es 10 de 10 para el trasplante de médula!”, cuenta su padre, Brian Alvarengo.

El control pediátrico que lo cambió todo
Miqueas Lionel vivía con su familia en Ushuaia, pero hace dos años cambió todo. “En un control pediátrico, nos dijeron que Miqueas presentaba tres valores en sangre que no eran normales”, relata Brian. Inmediatamente, le derivaron al Sanatorio Güemes, en Buenos Aires, para realizar al niño una punción medular: “A los días, le diagnosticaron leucemia mieloide aguda. Tuvimos que hacer vida nueva acá”.
Con el diagnóstico claro, Miqueas comenzó con los ciclos de quimioterapia, que fueron cinco en total, uno cada mes. En este periodo, tuvo varias complicaciones, como algunos virus intrahospitalarios que habían entrado en su organismo. No obstante, tras las cinco semanas correspondientes al primer bloque de quimio, la enfermedad remitió. “Con las punciones, la médula siempre salía limpia. Todo iba bien y creímos que estábamos listos para irnos a casa”, explica Brian. Pero el 23 de noviembre pasado, el diagnóstico volvió a ser negativo: “Nos informaron que la enfermedad había tomado la médula en un 33%”. Miqueas tenía afectados los glóbulos blancos y las plaquetas. La única solución era el trasplante de médula, procedimiento coordinado por el Hospital Italiano.
Complicada búsqueda de donante
Ambos progenitores, Brian y Evelyn, se realizaron los análisis de histocompatibilidad en el INCUCAI para conocer si podían ser donantes, pero no eran lo suficientemente compatibles. Durante semanas se siguió la búsqueda, mientras Miqueas continuaba su tratamiento: “Hubo períodos en que levantó más de 39 grados de fiebre. Otros en los que ingresaron hongos en su sangre por las bajas defensas. La pasamos muy mal”, detalla Brian.
Por un momento, se barajó la opción de que el donante fuera el padre, que tenía un 70% de compatibilidad para salvar a su niño. Pero la posibilidad fue descartada cuando finalmente se encontró un donante totalmente compatible en Alemania: “Sin dudas, de las mejores noticias de mi vida”. Con la noticia, la familia afrontaba las sesiones de quimioterapia de otra manera: “Fue la primera vez que fuimos contentos a hacer el tratamiento porque la noticia del donante nos tenía muy felices”.
En medio de la espera para que se produjera el trasplante, a Miqueas le descubrieron una fractura en su pierna derecha y la última quimioterapia que le suministraron le provocó una cardiopatía. Pero la familia no perdió la esperanza en ningún momento y el día del trasplante llegó. La operación fue complicada debido a la patología que desarrolló en el corazón, pero resultó exitosa. Y Miqueas reaccionó bien a la médula.
El coronavirus tampoco fue un obstáculo
Tras salir del peligro, el pequeño pasó a sala común para continuar con su recuperación. Pero entonces, le diagnosticaron coronavirus. “Era una cosa de no creer”, manifiesta Brian. No obstante, Miqueas fue asintomático, por lo que pasó la enfermedad sin complicaciones y ahora se encuentra sano, con unos excelentes valores en sangre. “Nunca perdimos las esperanzas, confiamos en los profesionales y en Dios. Espero que otras familias también puedan superar la adversidad que se les presente”, concluye Brian.
En su cuenta de Facebook, donde relató el proceso que pasaba su hijo, Brian agradeció al personal sanitario su profesionalidad, cercanía y cariño.