Una pareja cordobesa adoptó a seis hermanos salteños que no querían separarse

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Jorge y Víctor sabían que no iba a ser fácil. A mediados de 2021, ambos se encolumnaron detrás de un mismo sueño con el que buscaban escribir un nuevo capítulo dentro de un vínculo que protagonizan desde hace muchos años.

Oriundos de Córdoba, hace más de seis meses habían iniciado el trámite de adopción de seis hermanos de Salta. “Fueron 43 días desde que recibimos el primer llamado para una entrevista del área de Derechos Humanos de la provincia hasta que sucedió. En ese plazo hicimos todas las pruebas, los test psicológicos que nos pedían. El 21 de octubre nos dieron la guarda de vinculación con ellos”, expresó Jorge.
En diálogo con Arriba Córdoba, el hombre relató que los menores -un nene de 12, una nena de 11, dos gemelos de 10, otro nene de 9 y una nena de 7- “estaban muy entusiasmados; solo pedían una familia”.
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“Ahí aparecimos nosotros. Fueron más de 100 las consultas por mail y solo dos familias accedimos a la entrevista de ‘despeje’. La jueza dijo ‘son ellos’. Ese día los conocimos y empezamos la vinculación”, agregó.
La Justicia salteña establece como requisito fundamental este tipo de entrevistas en las que busca conocer las aptitudes de los postulantes para constituir una familia.
“La ansiedad de ellos era inmanejable, querían estar en Córdoba, querían estar acá. Todo esto se dio el 13 de diciembre, ahí tuvimos la audiencia final y obtuvimos la guarda definitiva. El 17 de diciembre llegamos a casa”, manifestó Jorge.
Tras conocer la resolución, junto a Víctor posaron con una remera que tenía tres números inscriptos: “2+1+6″. También la vistieron los hermanos. Jorge explicó que el “1″ hace referencia a una bebé que cuidaron durante un año y medio, de la que no lograron obtener la guarda definitiva.
“Fue una mala experiencia en Córdoba. Éramos una familia de tránsito pero fue una experiencia muy mala. Ahora está con su familia biológica y aún mantenemos el vínculo; para ella seguimos sus papás”, contó el hombre.
La casualidad de un llamado inesperado
En una de las visitas que la pareja realizó a Buenos Aires para encontrarse con la bebé recibieron un llamado inesperado: desde Salta, un secretario judicial les entregaba la emocionante noticia. “Habíamos dicho que no nos íbamos a meter más en esto. Fue durísimo. Por suerte la familia que la tiene actualmente entendió que solo queríamos el bien para ella y podemos mantener el vínculo”, sostuvo.
Luego narró que la decisión fue consensuada con su pareja casi al mismo tiempo en que supieron que los hermanos tampoco deseaban separarse. “Nosotros ya vivimos todo, viajamos por todo el mundo, tenemos casa, tenemos auto, trabajamos los dos. Dijimos: ‘¿por qué no cambiarle a un chiquito la historia?’ A estos peques como decimos nosotros. No lo pensamos mucho”.
“Creo que las dificultades están en todas las familias. En hijos biológicos o adoptivos van a aparecer siempre. Era un paso más y veíamos que era posible. Tienen un acompañamiento psicológico de Salta. Sus cabecitas son chicas y esos cambios los acusan con rebeldía o berrinches. Pero es lindo”, dijo Jorge.
“Aprendemos junto a ellos y también están muy agradecidos. Antes de Navidad dijeron: ‘No le vamos a pedir mucho a Papá Noel este año porque el año pasado le pedimos una familia y nos la dio’”, reveló.
Jorge concluyó: “En este caso es adopción plena, no hay riesgo de sean separados. Dentro de los seis meses presentaremos los papeles para los juicios de adopción. Calculamos que a partir de esa fecha son seis más para que estén con nuestros apellidos y bajo nuestro cuidado definitivo”.