“Moto Uber”: el nuevo desafío para la seguridad vial que podría llegar a General Pico

El especialista en seguridad vial, Bruno Miño, analizó en su columna semanal la aparición de servicios de transporte de pasajeros en motocicleta, una modalidad informal que ya opera en Santa Rosa y que plantea un complejo escenario legal y de seguridad para la ciudad.En General Pico, los ciudadanos están familiarizados con los servicios de taxis, remises y el transporte urbano de pasajeros. Sin embargo, una nueva modalidad de traslado comienza a ganar terreno en la provincia y podría instalarse pronto en la ciudad: el transporte de pasajeros en moto, una suerte de “Moto Uber” que funciona de manera informal.Durante su participación en INFOPICO RADIO 99.9, el especialista en seguridad vial, Bruno Miño, explicó la creciente preocupación en torno a este servicio no regulado. “Estamos hablando de un servicio donde una persona te lleva como pasajero en su moto y te cobra por ese traslado. Esto ya está ocurriendo en Santa Rosa y es posible que en cualquier momento llegue a Pico”, advirtió Miño.El principal problema radica en el vacío legal existente. Según la normativa actual, una motocicleta está habilitada para llevar un conductor y un acompañante, pero la figura del “pasajero” —definida como una persona que paga para ser transportada— introduce una variable comercial que no está contemplada. “La licencia de conducir categoría A es para llevar un acompañante, no un pasajero. Para transportar pasajeros se requiere una licencia profesional, como la categoría D, que aplica a remises y colectivos, pero no existe una específica para motos”, detalló el especialista.Esta falta de regulación genera serios inconvenientes y desafíos para las autoridades. Uno de los más importantes es el de la seguridad. Miño planteó preguntas clave: “¿Qué seguro cubre a ese pasajero en caso de un siniestro? El seguro de un particular no contempla el transporte oneroso de personas”.Otro punto crítico es el del equipamiento de seguridad, como el casco. “Suponete que llevan a un chico a la escuela. El casco que le provee el conductor puede no ser del talle adecuado, lo que significa un peligro enorme en caso de una caída”, ejemplificó.La fiscalización de este servicio informal representa otro gran desafío. “¿Cómo define un inspector de tránsito si la persona que va de acompañante es un amigo o un cliente? Se vuelve muy difícil de controlar si el pasajero no admite que está pagando por el viaje”, sostuvo Miño. Esta situación ya ha generado dudas en los procedimientos de control en la capital provincial, donde los inspectores se encontraron sin un protocolo claro de actuación.“Las autoridades tienen un desafío por delante. Van a tener que decidir si reglamentar esta actividad o prohibirla, porque es un fenómeno que se viene”, afirmó, haciendo un paralelismo con la llegada de los monopatines eléctricos, que también requirieron una ordenanza específica que, aun así, no siempre se cumple. En este sentido, se recordó el ejemplo cotidiano de conductores de monopatines circulando sin casco y utilizando el teléfono celular, una muestra de la falta de conciencia y de los riesgos en el tránsito local.Como se menciona siembre, “todo llega”, y la aparición de los “moto-taxis” es una realidad inminente. General Pico deberá comenzar a analizar esta situación para anticiparse a los problemas y dar una respuesta clara, tanto para proteger a los usuarios como para ordenar el tránsito en una ciudad que ya presenta una alta siniestralidad en sus esquinas, con las motocicletas como principales protagonistas.

Check Also

El drama de la familia que lo perdió todo en el incendio de la calle 36: la historia de lucha y el pedido de ayuda para volver a empezar

Detrás de las cenizas y la estructura colapsada de la vivienda de la calle 36, …

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *